actual–. Pero lo que la investigación
pretende mostrar es un camino nuevo
dentro de las manifestaciones artísticas
contemporáneas, en donde a través de las
percepciones y los afectos del cuerpo que
se generan en la interacción con un arte
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habitable
–en
tanto que el sujeto habita en las entrañas
de la obra para experimentarla de un modo
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lo humano
que transgreda las nociones construidas de
sexo-género.
David Le Breton nos recordaba que “la
existencia es, en primer término, corporal”,
y por ello, dado que a través del cuerpo
nos relacionamos con el mundo, deben
deshacerse los restrictivos conceptos
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hacer del cuerpo un lugar más habitable
para cada uno. Se trata de negociar
responsablemente y a cada instante
los términos que posibilitan una vida
humanamente habitable.
Es el cuerpo un lugar de existencia, una
suerte de invento que dice Jean Luc-
Nacny: “no es ni lleno, ni vacío, no tiene
ni fuera, ni dentro, como tampoco tiene
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Es, eso sí, una piel diversamente plegada,
replegada, desplegada, multiplicada,
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evasiva, invasiva, tersa, relajada, excitada,
confundida, ligada, desligada”. El cuerpo
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y de hueso”.
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