UN PROYECTO
Arte Cisoria es el desencadenante de este proyecto. Es el punto de partida y de referencia para las propuestas
creativas de los artistas que han participado en el mismo. El secreto está en el corte. Arte Cisoria nos habla del
arte de cortar, recortar, trinchar, escindir, etc. y a la vez nos sugiere el uso de herramientas como cuchillos, tijeras,
escalpelos, cuchillas de afeitar, mas allá del propio tratado. En las imágenes realizadas por cada uno de los
artistas participantes se da rienda suelta a su creatividad. Y esto se hace desde claves tan diversas como el
humor, el sentido crítico, lo desgarrador, el drama social o desde una mirada contemporánea al concepto de
cortar. Como decía Paco Mora: “Trincharemos pollos, filetearemos corazones, podaremos árboles, nos pondremos
la tirita donde corresponda, y rodará la cabeza de alguna Maria Antonieta, pero sin “cortarnos” lo mas mínimo a
la hora de hacer propuestas”.
Este planteamiento parte también de aglutinar miradas y sensibilidades de lugares con distintas tradiciones
culturales como son México, Italia, Reino Unido o España. Tales miradas se proyectan sobre el concepto que
nos plantea este extraño y curioso tratado y entran en relación con lo cultural y lo personal de un conjunto de
artistas de muy diversos orígenes.
Encontramos en este proyecto artístico un punto de partida del hecho creativo que es el poder evocador de un
libro, de un documento escrito en el pasado.
Los elementos motivadores de la creación a través de la historia han sido numerosos. Entre ellos nos encontramos
con la literatura y los documentos escritos. En este caso la relación entre textos e imágenes artísticas finales es
muy amplia, ya que existe una enorme variedad de géneros de textos y, en consecuencia, formas muy diversas
de interpretación o inspiración de los mismos. Una de las variantes de esas relaciones es la ilustración, que
plantea una simbiosis muy estrecha entre texto e imagen.
Sin embargo en este proyecto, a diferencia de la ilustración, se parte de una idea más amplia y menos
condicionada entre el origen y la imagen final. Esta es una de las claves esenciales del proyecto ya que posibilitó
que algunos artistas partieran en sus propuestas de la sugerencia de la palabra “cortar” en su significado más
amplio, como una acción derivada de las distintas circunstancias de la vida real, en unos casos, y en otros, de
supuestos imaginarios. De este modo se ha producido todo un abanico de propuestas en las que se pueden
encontrar imágenes más conceptuales y otras más próximas a la realidad cotidiana que nos rodea. La
circunstancia del tema común las vuelve más enigmáticas, ya que los resultados se encuentran en registros muy
distantes de la experiencia y conocimiento humano.
La acción de cortar asociada a la comida es algo positivo, atractivo y cargado de buena energía. Pero el hecho
de cortar sustituyendo el útil con el que se corta puede generar macabras y siniestras imágenes, siempre
cargadas de sugerencias simbólicas.
Hemos constatado que el planteamiento del proyecto ha sido un acierto al contemplar la gran variedad y riqueza
en los resultados obtenidos. Cuando digo variedad me refiero sobre todo a los numerosos enfoques que se han
producido. Esto es algo que solo se puede valorar desde la visión conjunta y final de los resultados, ya que no
se puede percibir desde la mirada parcial de cada artista en su enfoque particular del tema ni tampoco desde
las fases intermedias de las imágenes. El sentido de la investigación en esta última fase es donde revela toda su
significación, ya que a partir del análisis comparado entre las imágenes se pueden sacar las conclusiones.
No cabe duda de que uno de los factores más inquietantes que han intervenido en este proyecto ha sido la
transgresión del propio tema. Este aspecto adquiere una dimensión muy interesante cuando el espectador es
conocedor del tema del proyecto y busca en las imágenes las posibles relaciones con el mismo. Es aquí donde
encontramos propuestas sorprendentes ya que, como si se tratara de un juego de ocultamiento, el espectador
tiene que hacer un verdadero ejercicio reflexivo para encontrar esas relaciones, con la duda e incertidumbre
final de si realmente se produce una feliz coincidencia entre sus asociaciones y las que motivaron al autor de la
obra.
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