In memoriam de tu gran alma de artista: Teresa Sarto

INMEMORIAM DE TU GRAN ALMA DE ARTISTA 56 CAPÍTULO I Cuando he sido padre, quizás también por alcanzar una edad y madurar, es cuando he empezado a valorar todos los esfuerzos que mis padres hicieron por mí. Al recordar a mi madre (sin olvidar a mi padre; otra extraordinaria persona), además de una tremenda admiración, me pregunto cómo supo y cómo pudo compaginar su trabajo, con nuestra educación, con la gestión de una casa y entre todo esto, sacando ratos, muchos ratos, para su otra gran pasión: la pintura. Cualquier cosa que tuviera que hacer, siempre la resolvió, casi tan profesionalmente como su pintura, con la misma pasión, con esa pasión que siempre ha sido el reflejo permanente de su vida, de sus estados de ánimo e incluso en su etapa de lucha contra la enfermedad. Nos lo demostró siempre, logrando lidiar con todos estos frentes al mismo tiempo, algo que solo está al alcance de una gran persona como ella, con capacidades excepcionales, que además supo poner y transmitirnos, en cada paso que dio, una motivación excepcional. PEQUEÑOS RECUERDOS DE MI MADRE, PINTORA. POR SUHIJO PEPO.

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