In memoriam de tu gran alma de artista: Teresa Sarto

INMEMORIAM DE TU GRAN ALMA DE ARTISTA 192 CAPÍTULO 3 SOBRE LAS IMPRIMACIONES DEL FONDO SOBRE LAS IMPRIMACIONES DEL FONDO Es un inconveniente demostrado pintar sobre fondos preparados al óleo o excesivamente aceitosos porque los colores pierden luminosidad y se deterioran muy pronto. Los fondos oleaginosos, no absorben, se oscurecen y amarillean, neutralizando principalmente a los colores fríos. Con el tiempo, cuando seca totalmente un fondo excesivamente graso, pierde elasticidad y se vuelve quebradizo. Razones como estas deberían ser suficientes para descartarlos como bases preparadas para pintar, con cualquier tipo de procedimiento, incluido el óleo. P ero la principal razón es la destrucción per se de la regla de oro a mantener en todo proceso de pintura que se precie: siempre, graso sobre magro. Este principio nos obliga a estructurar desde el inicio del cuadro cada paso, de modo y manera que cara a una mayor riqueza cromática siempre vayamos ganando en fluidez de trabajo, transparencia y luminosidad. Tampoco tiene interés perdurable trabajar sobre superficies sin imprimar aunque su objeto sea aprovechar la entonación o textura natural de la base o por ambas cosas a la vez, especialmente en los atractivos linos naturales. El resultado es siempre efímero. Los efectos conseguidos habrán desaparecido para siempre cuando la tela o cualquier otro soporte elegido envejezca naturalmente, porque no habremos conseguido frenar la actividad de los agentes atmosféricos, que es otro de los objetivos principales de la imprimación del fondo: crear un soporte que, imprimado correctamente, evolucione independientemente del material elegido y del medio ambiente que lo modificará de forma natural. Para un trabajo de pintura libre, suelto, directo, minucioso, empastado, por veladuras o como quiera que cada cual se lo plantee, siempre contribuirá, excepcionalmente, un fondo correcto y bien preparado. La capa inferior siempre más densa, uniforme y dada en la misma dirección sin apretar el pincel. Sobre esta, cruzando el ritmo, capas también uniformes, pero cada vez más finas, que no quiere decir más fluidas. Esto se consigue rebajando con agua o con cola, porcentualmente , el sobrante de la primera imprimación después de aplicarla, para rebajar posteriormente la segunda después de aplicarla y así sucesivamente hasta completar objetivos. Si se requiere rebajar una capa o bien conseguir una textura final fina, o sumamente fina, es preciso actuar lijando suavemente, en mordiente (lija de agua, grano 300), es decir, antes de que seque totalmente, e inmediatamente, como siempre, aplicar la capa siguiente cuando aun está la capa anterior ligeramente húmeda. Este proceso le da al fondo mayor consistencia por trabazón entre capas, aunque como norma general es preciso tener en cuenta que debemos mantener la máxima flexibilidad posible en la imprimación, considerando que un grosor excesivo sobre una tela no se ajustaría bien a los cambios atmosféricos que habitualmente sufre y por tanto se haría quebradiza. IMPRIMACIÓN A LA CRETA De entre todas las preparaciones tradicionales posibles, que son bastantes, una imprimación totalmente magra que podríamos considerar de amplio espectro y con total garantía como fondo para pintar con casi cualquier procedimiento se llama imprimación a la creta que, aplicada sobre una tela de lino cruda montada sobre bastidor de cuñas, se consigue fácilmente emulsionando: aglutinante (cola), sustrato de relleno, que tiene cuerpo pero carece de color (carbonato de cal) y carga de color, que carece de cuerpo pero da la luminosidad necesaria al fondo (blanco de zinc). Todo esto en las siguientes proporciones: 70 gr. de cola de Colonia, o en su defecto, 100 g de cola de conejo. Dejar en remojo en un litro de agua durante veinticuatro horas, después, calentando al baño maría lentamente y removiendo constantemente hasta disolver, con precaución de que no cueza nunca. Recordar que una cola cocida es una cola jodida. Con esta disolución templada aplicar (encolar), una o dos capas de cola cruzadas sobre el lino crudo, en función de si necesitamos un