In memoriam de tu gran alma de artista: Teresa Sarto

INMEMORIAM DE TU GRAN ALMA DE ARTISTA 190 CAPÍTULO 3 Una anécdota ocurrida durante mi carrera habría de convertirse en metáfora, tiempo después, cuando aún permanecía inmutable en mi cabeza, como una abstracción esencial. El momento en el que el profesor de procedimientos pictóricos de Sevilla, situándose en medio de la clase, sujetaba este mismo libro en alto como quien alza y encabeza un acontecimiento trascendente con un estandarte, para que nadie se pierda tras él durante la difícil travesía que está a punto de iniciarse, pues va provisto de la más evidente enseña luminosa. «Señores —levantó la voz llamando nuestra atención—, esta es la biblia del pintor. ¡Todo aquel que pretenda dedicarse seriamente a esta profesión, tiene que leerla, conocerla y recitarla si fuera preciso! Cuídense de preguntarme sobre cualquier cosa que aquí venga escrita, sin antes haberla leído, meditado y vuelto a leer si es necesario. Solamente cuando lleguen a la conclusión de que razonadamente, no alcanzan a entender lo estudiado en este libro, podrán dirigirse a mí y solo entonces me encontrarán, siempre a su entera disposición». La larga andadura de aquel ya maltrecho libro cuando nos encontramos. El mismo que nos había presentado en su día, un exigente aunque magnífico profesor, ahora tenía las cubiertas sueltas, aspecto envejecido por tanto uso, pero mantenía intacto el contenido —evidentemente es cuanto importa—, aunque ahora, con innumerables notas añadidas escritas a mano, a veces en forma de duda, otras como recordatorio rápido de algo importante, inundaban cualquiera de las páginas que hubiera sido necesario perigrafiar. A fin de cuentas, estos escritos no dejan de ser todo un cúmulo de marcas vitales que van apareciendo, como en nuestras propias vidas, de manera inesperada, pero dejando huella para siempre porque son parte esencial de cada momento clave que hayamos vivido —bueno o malo— en nuestra trayectoria, ¡quién lo sabe!, ¿una premonición que pudiera intervenir en el remiendo o parcheado de nuestras anteriores vidas? Lo cierto es que este libro se nos reapareció como si fuera el indicativo de un nuevo rumbo interior. Parecía anunciar un orden distinto e incentivó, sin duda, nuestros cada vez más frecuentes encuentros. ¡Nos habíamos apasionado ya tantas veces leyéndolo, discutiéndolo.! Que cada vez más a menudo, su presencia se colaba, casi de soslayo, en medio de conversaciones y conversaciones…, concluyendo, nosotros, en visualizar desde él, sugerentes perspectivas hacia nuevos horizontes, o salpimentando atractivos descubrimientos conceptuales, que surgían de improviso desde un texto que no había variado un ápice las mismas palabras de siempre. Decidimos implorarle una nueva oportunidad, ¿al libro, a nosotros? Al tiempo que le reclamábamos que nos contase, desde un nuevo principio, posiblemente las mismas cosas que siempre contaba, pero que ya entendíamos de otra manera. La manera que sirve para personalizar el entendimiento de nuestras nuevas lecturas. No quisimos preguntarnos si todo esto fomentaba el afán de aprender o simplemente alimentaba interminables momentos apasionantes enriquecidos por el diálogo. Lo cierto es que para mantener en el tiempo el sortilegio, lo rehicimos, encuadernándolo, y transformado su aspecto. Ahora casi nuevo, vestido en cubiertas de color granza, esta vez con tapa dura, estaba listo para aguantar nuevos embates con su mejor carátula. También podíamos sentirlo conjurado para ser invocado en repetidísimas ocasiones y más tarde supimos que el significado de aquella decisión, se había convertido en el primer gesto de complicidad artística entre ambos, que se extendería a todos los sentidos, por los años y para siempre. Lo que viene a continuación no desvela la parte intima de nuestra historia juntos, en parte fruto de aquellos y otros momentos mágicos. Refleja solo lo que refleja, una posible guía de primeros auxilios para alguien que quiera empezar a buscar su camino serio para ser «artista pentre», decía Maite. La guía es en realidad un refrito de indicaciones seleccionadas a través de multitud de apuntes sobre experiencias escogidas, cuando rodeados de potingues, de aspiraciones artísticas, convencidos con cada prueba exitosa realizada que ello nos habría un camino y era una magnífica orientación necesaria, con la que íbamos alcanzando, paso a paso, el sueño de representar nuestras emociones cada vez mas satisfactoriamente. Es importante añadir nuestro convencimiento de que solo cuando el conocimiento de la técnica alcanzada ya no supone ningún obstáculo para el artista, cuando la ha hecho

RkJQdWJsaXNoZXIy MjM4MTQz