In memoriam de tu gran alma de artista: Teresa Sarto

TERESA SARTO 43 Tengo el recuerdo, siempre bueno y rico, de lo divertida y graciosa que era mi hermana. De mí no tengo conciencia, o sea, a esa edad solo me acuerdo de mi hermana, de las tonterías que hacía por la calle y como jugábamos en la plaza Cataluña, siempre juntas en unas vivencias, tan, tan, compartidas en todo, que solo puedo decir que como la veía a ella me veía yo. Éramos un dúo inseparable! A LA PLAYA De vez en cuando íbamos a la playa de Barcelona, que nos encantaba. Era el mejor sitio al que nos podían llevar. Nos montábamos en un tranvía que cogíamos al final de Gran Vía, que no tenía ventanas, solo unas cortinas. Pasábamos la playa de la Barceloneta, que era como la playa cutre, hasta otra playa que había un poco más adelante, mucho más bonita; que tenía piscinas y había más actividades, había niños de nuestra edad y mayores haciendo deporte en la parte de atrás de la playa. Allí mi padre alquilaba una especie de barquitas donde nos montábamos y remábamos en el agua. Y, bueno, aquello era lo más. ¡Lo pasábamos muy bien! CERCA DE NUESTRA CASA También recuerdo que cerca de nuestra casa estaba la sede de lo que fue la Exposición Internacional de Barcelona de 1929 y que por entonces venía mucho a vernos mi abuela Margarita que vivía habitualmente en Sabiñán con su hermana. Le encantaba pasear por allí y llevarnos a tomar cositas. Siempre había actividades. Muchos estands de diferentes países seguían activos a diario o fines de semana. Había exposiciones de productos alimenticios, de vinos o de cavas. Mi abuela que era muy exquisita y muy comilona nos llevaba de estand en estand a probar de todo. Tengo idea de que esto nos gustaba a las dos porque siempre nos arreglaban mucho para ir a la exposición, nos ponían muy monas. Recuerdo que mi abuela nos llevaba a cada una de la mano y cuando queríamos escaparnos, retorcíamos la mano y ella nos daba un generoso pellizco de control. COLEGIO BARCELONA Creo que al colegio nos llevaron cuando yo tenía 6 años y Maite 5. Era de las monjas dominicas francesas y lo recuerdo como un sitio con mucho jardín CALEIDOSCOPIO