In memoriam de tu gran alma de artista: Teresa Sarto

INMEMORIAM DE TU GRAN ALMA DE ARTISTA 172 CAPÍTULO 2 que su risa es la nuestra. Que la vida es ese goce de cada segundo en su reborde imperceptible, que no necesita ningún exceso, sino la atención desde el otro lado, el que tú nos enseñas. Solo te puedo agradecer tu enseñanza teniéndote presente. Mayte, quiero tu lección de vida entre nosotros. Victoria responde a una pregunta y relata el sentido de los objetivos de desarrollo sostenible. Qué maravilla tener un trabajo para salvar al mundo dice Mariaje… el queso y la conversación… simplemente la vanguardia. Se confunde al pasado con el futuro a la misma velocidad que se cambian los platos. Pepo mira de reojo a Carmen y Guillermo y… ¡¡Caramba!! ¿dónde están? ¡María, no les veo.! Victoria dice que están con Ana y Laura, viendo una película. Se llevaron también a Arturo y Jimena. La chiquillería, ya se sabe, en la que habitarán también nuestros sueños junto con los suyos… son la suma de todo lo que ven, lo que oyen, esto es también una fábrica de sus recuerdos futuros. Ahora que habitas en ese lugar en que los días infinitos tienen horas infinitas, te robo un ratito para que, entre pincelada sobre nube por aquí y pincelada sobre estrella por allá, puedas decirme: ¿cómo se hace para ser como tú? ¿Para llenar de luz la estancia con la sola presencia? ¿Para lanzar alegría constante y a borbotones por los ojos? ¿Para defender la vida como una trinchera? ¿Para albergar a un titán en un cuerpo tan ligero? ¿Para que se quiera alargar la velada siempre? ¿Para que no se te pueda olvidar nunca? Sobrecoge la infinidad del mar, lo inabarcable de su ser se compensa con la sensación de que las olas siempre vuelven en un movimiento continuo. Nos transporta a un estado de calma y relajación, prepara el ánimo tranquilo que necesita la creación. Por eso los artistas ven en el mar la fuente de la que beben. Hipnotiza la esencia misma de su inmensidad y en ella se mecen para seguir creando… Se cruzan las conversaciones, se solapan, se superponen, se sobreentienden, se concluyen, se dejan pendientes para rematar… —Tenemos que quedar en Vidiago. Hay allí un restaurante que… te paso el nombre al whatsapp del grupo. —Sí pásame la ubicación… Pues claro… nos organizamos… que más da cuándo… cuando sea… Todo sabe a poco cuando la conversación va rápida… Y en ese momento agridulce del remate esperamos el champán, porque hay que brindar siempre por la vida y la alegría sabiendo que el champán siempre anuncia el final de la comida…Brindamos celebrando el presente y todos los recuerdos que nos unen en una red infinita de amor por la vida, la que vivimos, la que tenemos y por la gente a la que nos damos para siempre, porque viven en nosotros… —A ver, ¿quién abre el champú ? Ese es el grito para el culmen de la celebración, el punto álgido de dar por buenas esas horas de las que nos vamos a nutrir hasta la siguiente quedada… de la que lo único que tenemos es la certeza de su celebración… allí, aquí, qué sé yo… donde sea y cuando podamos. Brindar es vivir con los demás porque son los demás los que nos ayudan a vivir. A relaxing tapa of jamón. Celebramos… siempre. LA VIDA.

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