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EUSEBIO SÁNCHEZ BLANCO
En las imágenes de este autor la figura humana se encuentra omnipresente
para convertirse en la verdadera protagonista de cada obra. En este
caso, la imagen del fósil se incorpora a las figuras creando una hibridación
entre lo humano y lo animal de naturaleza complementaria. El juego visual
que se propone al mezclar la estructura del gliptodonte con la de la figura
humana, carente esta última de cualquier rasgo apolíneo, genera una
suerte de híbrido visual grotesco. En algunos casos, el caparazón adquiere
una forma meramente decorativa (utilizado como complemento ornamental
de la figura humana). Pero, sin embargo, en otras imágenes, el autor pro-
pone un tipo de incorporación más extraña e inexplicable a la anatomía
del personaje, lo que confiere a la imagen un carácter inquietante. De
esta forma, al integrar ambas naturalezas (humana y animal), las obras
generan un diálogo singular entre los personajes y la forma estructural
del motivo de partida. Las imágenes que aquí se muestran se encuentran
en absoluta sintonía con el resto de su obra, por lo que, a través de este
proceso, se reafirman las características esenciales de su estilo, cuyo
imaginario se ha centrado en torno a mujeres anatómicamente mórbidas
y deformes.