In memoriam de tu gran alma de artista: Teresa Sarto

TERESA SARTO 157 EPISTOLARIO María Vilches Querida Maite: Recuerdo la primera vez que te vi, fue en vuestra casa al lado del Parador.Me encantó la habitación de Zipi con ese peluche gigante de la Pantera Rosa. Siempre me llamó la atención que no eras una madre como las demás: con tus cuadros, tus pinturas, compartiendo la ropa con Zipi, y en muchas ocasiones mimetizada con todas nosotras como una más. Las cosas que puedo decir sobre ti no creo que sean novedad ya que estoy segura de que son compartidas por todos los que te conocemos. Quiero decirte que para mí estás más viva que nunca, cuando hablo con tus hijos, veo a tus nietos, cuando pienso en Eusebio. ¡has dejado tantas cosas bonitas en todos ellos! Y en esto también me incluyo, aprendí muchas cosas de ti que ahora intento poner en práctica: la PACIENCIA, la ALEGRÍA (incluso en las situaciones más difíciles) la GENEROSIDAD hacia todos los que están a tu lado. Virtudes que escasean hoy en día y que en ti son innatas.Quiero que sepas que doy gracias a Dios por haberte conocido, por cruzarte en nuestro camino y en el camino de Vega, ¡ella tampoco te olvida! Y no quiero que esto que escribo termine con un punto final, sino con un punto y seguido. TE QUEREMOS MUCHO SIEMPRE. María Domínguez Vilches

RkJQdWJsaXNoZXIy MjM4MTQz