In memoriam de tu gran alma de artista: Teresa Sarto

TERESA SARTO 151 EPISTOLARIO Luis y Ana Parra GENEROSIDAD Dice el diccionario que una persona generosa es aquella que actúa en favor de otras personas desinteresadamente y con alegría, teniendo en cuenta la utilidad y la necesidad de la aportación para esas personas, aunque le cueste un esfuerzo. Parece que la RAE ha encontrado en Maite el ejemplo para definir este término. En mi caso (Ana) conocí a Maite en la época en que Zipi y yo estudiábamos en la universidad y en mi caso (Luis) fue como cuatro años después de que Pepo hiciera la Ruta Quetzal de 1994 y una vez que mi amistad con él se había consolidado. Tenemos muchos recuerdos de Maite y en cada uno de ellos siempre una muestra de generosidad, dedicación y entrega. Como ejemplo y anécdota, el tiempo y la pasión en la cocina para que recuperáramos los kilos perdidos después de haber pasado algunos días comiendo latas de atún y sardinas en alguno de nuestros viajes.., las comidas tan copiosas y el dulce que no faltaba cada vez que nos invitaba a su hogar. Nos hacía sentir como si estuviéramos en casa recibiéndonos con un cariño inmenso. Recordamos la vehemencia con la que hablaba de su profesión, de su amor hacia el arte, de su estudio, de su compenetración con Eusebio en esa pasión que tanto les unió. Siempre sonriendo, siempre con una muestra de afecto, siempre preocupándose por cómo nos iba a nosotros y nuestra familia. Fueron múltiples las ocasiones en las que coincidimos, en Madrid, Salamanca, Vidiago, incluso en la cima de Covatilla, y daban igual las circunstancias en las que estuviera o el estado en el que se encontrara física y anímicamente, siempre nos hacía reír y alegraba el ambiente. Después, el destino ha querido que la familia Fernández sea uno de los pilares de nuestra vida. Ellos nos presentaron y, sin olvidarlo, ese recuerdo hace que estemos muy unidos. Recordamos la alegría que le dio a Maite que nos casáramos y que la familia fuera aumentando. Maite es y será un ejemplo para nosotros de buena persona, de cómo exprimir al máximo la vida, de entrega a los demás, de pasión y dedicación a sus familiares y amigos. Gracias, Maite, por todos esos recuerdos tan vivos que nos quedarán para siempre y por esos hijos tan maravillosos que el destino ha puesto en el camino de nuestras vidas. Luis y Ana