In memoriam de tu gran alma de artista: Teresa Sarto

TERESA SARTO 145 EPISTOLARIO Ernesto Bizcarrondo Querida Maite: Me gustaría empezar expresando mi agradecimiento a Eusebio por concederme la oportunidad de dedicarte unas palabras en este libro tan especial para todos los que te hemos admirado. Es la faceta de madre de mi amigo Pepo, donde yo quería centrarme, y puesto que esto es un libro de arte no quería dejar de constatar la impresión que supuso para un niño de 17 años, edad a la que te conocí, descubrir que la casa de Zipi y Pepo, además de un hogar, era un museo de bellas artes, que por la noche cobraba vida propia y podías encontrarte por el pasillo toda suerte de trajes de luces y plumas de gran variedad, formas y colores. Pero lo que descubrí con el tiempo, y tras mis innumerables visitas a Salamanca donde me hiciste sentir siempre como alguien de la familia, fue que lo que de verdad daba vida a esa casa no eran en realidad sus muchas obras de arte sino la vitalidad y energía que has dedicado siempre a todo lo que has hecho. Nunca sabré cómo fuiste capaz de pintar, cocinar, educar y ser madre siempre con la misma sonrisa en el rostro. Tengo hoy muy presente y esta imagen me acompañará siempre, cuando no hace mucho tiempo, en una cena en Huelva fuiste capaz de eclipsarnos a todos con tu brillo, alegría, ingenio y ganas de vivir. Un beso muy fuerte. Ernesto Bizcarrondo

RkJQdWJsaXNoZXIy MjM4MTQz