In memoriam de tu gran alma de artista: Teresa Sarto

TERESA SARTO 111 EPISTOLARIO Con esta exposición Maite nos quiere enseñar parte de su obra pictórica. Es una gran ocasión para apreciar el singular trabajo de muchos años de creación de esta excepcional artista. Mi amiga Maite era, como su obra, singular e irrepetible. Se dice que en el trabajo de un artista de alguna manera está reflejada su vida, y creo que es verdad. Los cuadros nos hablan si sabemos escucharlos. Ellos nos cuentan los sentimientos y deseos del autor, y nos transmiten el mensaje que este quiere legarnos. Son seres con aparente vida propia que cada día te sorprenden enseñándote algo nuevo, ya sea la belleza de un elemento insignificante, o la armonía invisible de una buena composición. Los cuadros de Maite están llenos de vitalidad, de sensibilidad y de alegría de vivir. No podía ser de otro modo. Maite, su autora, era la vitalidad personificada y la alegría de vivir desbordante. Mantenía siempre una actitud positiva ante la vida, una actitud que intentaba contagiar a aquellos que tuvimos la suerte de su amistad. Trabajadora incansable, compaginó siempre la docencia, primero en enseñanzas medias y después en la universidad, con la pintura. Fue una profesora querida por sus alumnos y una pintora de trabajo diario en el estudio. Sacaba tiempo para todo (viajar, comisariar una exposición, dar una conferencia o invitar a comer a los amigos). Todo en ella era actividad y generosidad, simpatía y buen humor. La pintura era su pasión. Trabajaba en el estudio todo el tiempo que le dejaban sus muchos quehaceres, y consiguió realizar una extensa y variada obra, que hoy se encuentra en museos y en importantes colecciones particulares. Son múltiples las exposiciones que realizó, tanto en España como en otros países, y en ellas dejó patente su maestría en el dominio de las diferentes técnicas y procedimientos del arte. Era una magnífica dibujante que tenía claro que el dibujo es la base de toda obra plástica, y no solo las líneas que definen la forma, también es la estructura interna de esta y el espacio y la composición. Y en sus obras todo esto está presente, y está presente también un color valiente y matizado que ha ido evolucionando a través de los años hacia un mayor contraste y una mayor luminosidad. En todas las disciplinas del arte que tocó (pintura, grabado e incluso escultura), hizo, como podemos ver en esta muestra, una obra intimista. En ella están los objetos más cercanos (muñecas de su infancia, flores de su jardín, aparadores heredados, e incluso chaquetillas de algún torero amigo). Son representaciones de aquello que se aprecia y se quiere, y este sentimiento íntimo rezuma en cada cuadro. Es esta una pintura sentida, en la que vemos a nuestra Maite mas íntima, a la pintora sensible que es capaz de ver la belleza de las cosas mas insignificantes y con ellas hacer una gran obra. Son los cuadros de una GRAN PINTORA, y también de una MUJER EXCEPCIONAL que ha dejado honda huella en todos los que la conocimos. Lorenzo González Doctor en Bellas Artes. Pintor. Lorenzo González

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